martes, 20 de septiembre de 2016

Paradoja

   -Mi amante ya no me quiere, y no me quiere porque cree que estoy enamorada de él, ¡qué paradoja! 
Tanto tiempo rondándome para ahora decirme que no me quieres, que nunca me quisiste, que solo era un capricho más en tu larga lista. Cuánta decepción, no sé si reír o llorar, pero desde luego algo haré en cuanto pueda asimilar este desbarajuste que embota mi cerebro y no me deja pensar. Caos, desorden, confusión, desmadre, incoherencia, así está mi cabeza desde que me dijiste aquellas palabras: Si te has enamorado esto ya no funciona.
¿Cree alguien que se puede hacer el amor durante años con una persona y no sentir nada? Supongo que tú sí puedes, yo desde luego no.
Pero no pasa nada, en unos cuantos años esto lo habré superado, espero, unos cuantos litros de lágrimas derramadas, mientras rompo en mil pedazos tu fotografía, espero que sean suficientes para borrar de mi memoria todos los besos que nos dimos, todos los abrazos que a escondidas nos prodigamos, todos los te quiero que nos susurramos.
La vida sigue, me dijiste, pero qué es la vida si pierdo el amor de mi vida, contesté intentando alargar el martirio de aquella despedida. Encontrarás a otro, seguro que mucho mejor que yo. Sonreí ante aquellas vanas palabras, yo no te busqué, pude decir antes que el nudo que cerraba mi garganta acabase por ahogarme, apareciste en mi vida como un huracán, contesté yo con la voz entrecortada, sabes bien que no te busqué, te encontré y contigo encontré fuego y agua, veneno y antídoto, agitación y calma incluso amor y odio, todo lo eras para mí, y ya no serás nada, solo un recuerdo maldito que irá secando un corazón que ya no me pertenece, justo cuando empezaba a latir de nuevo, te has llevado mi juventud, pero me has dejado experiencia, te has llevado mi alma, y de regalo me dejas hielo en las venas.